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«Aún no hay consciencia de cómo la información puede ser un elemento diferenciador en un negocio agrícola»

RedAgrícola

17 feb 2023

Manejar la información correcta y actualizada de lo que pasa en el huerto, en el packing o en el barco que transporta el producto puede marcar grandes diferencias entre un proyecto agrícola u otro. Es parte de la gestión moderna del negocio, mitigando cualquier efecto negativo y potenciando los positivos

Los responsables de los negocios agrícolas en América Latina muchas veces cometen un descuido clave: tomar decisiones para el grueso de sus campos, sin detenerse en las particularidades de cada especie, de cada variedad o cada lote. “Muchos cometen este error al buscar la simplicidad y, muchas veces, esa falsa percepción de eficiencia en la austeridad”, dice Sebastián Valdés Lutz, experto en la gestión de negocios agrícolas. Así, dice, es muy frecuente ver que, cuando se analizan los números con rigurosidad, la utilidad de la empresa la obtiene una sola porción del campo, mientras que lo demás le resta valor.


Este es uno de los desafíos que deben asumir las empresas agrícolas a la hora de modernizar la gestión económica de sus organizaciones. Cada vez hay más convencimiento de la necesidad de avanzar en este aspecto a medida que las empresas agrícolas de países como Chile, Perú, Colombia y México han ido creciendo en tamaño, complejidad y mercados. No obstante, señala Valdés, “hay poco entendimiento de qué significa tener una adecuada gestión económica”.

“La gestión económica no es otra cosa sino el valor que agrega al negocio quien lo administra, y si este no tiene todas las herramientas y competencias necesarias, su aporte será igualmente incompleto”

Para muchos, señala, «el entendimiento común es que el camino más efectivo para ello es la negociación y el control de costos». Sin embargo, Valdés deja en claro que esas son las herramientas tradicionales de cualquier negocio. “De lo que aún no hay consciencia es cómo la información, por sus certezas y su oportunidad, puede ser un elemento diferenciador en un negocio agrícola, o cómo la eficiencia tiene mucho más que ver con mejores procesos que con recortar costos”.


Esta es la visión que el ingeniero comercial de la Universidad Católica de Chile, y quien suma más de 20 años en gerencias de primera línea en la industria, busca transmitir a quienes toman responsabilidades en este tipo de compañías. Será, además, parte esencial de la tercera edición del curso internacional de gestión económica en negocios agrícolas que realiza en conjunto con Redagrícola, a partir del próximo 20 de marzo.


“La gestión económica no es otra cosa sino el valor que agrega al negocio quien lo administra, y si este no tiene todas las herramientas y competencias necesarias, su aporte será igualmente incompleto”, sostiene Valdés.


Valdés señala que, hasta hace poco, la experiencia era algo ‘irrefutable’ en cualquier predio agrícola. Eso llevaba a que, ante cualquier problema, surgieran excusas para que los incumplimientos no cuestionaran el conocimiento de quien estaba administrando. Pero esa ‘vieja costumbre’ cada vez más se ha ido dejando de lado.

“Hoy la tecnología y el conocimiento permiten administrar un campo de forma más similar a como se administra una planta de proceso industrial, limitando cada vez más el desconocimiento sobre los factores exógenos que afectan el negocio”

“Hoy la tecnología y el conocimiento permiten administrar un campo de forma más similar a como se administra una planta de proceso industrial, limitando cada vez más el desconocimiento sobre los factores exógenos que afectan el negocio”, explica. Y es que, por ejemplo, una gestión moderna no evita cualquier evento climático que pueda afectar un huerto y, por ende, su producción. “Una gestión moderna sí mitiga sus efectos negativos y potencia los positivos. A diferencia del viejo administrador, el nuevo gestor es un profesional más responsable por los resultados de su campo, a pesar de las inclemencias climáticas”, afirma Valdés.


En su trayectoria, el también director independiente en ocho compañías del sector agrícola, señala que un problema frecuente de quienes asumen cargos en empresas del campo es que toman decisiones basadas en los costos y no en generación de valor. Da como ejemplo aquellas reducciones o aumentos de costos que no consideran – o no consideran adecuadamente- sus efectos en la productividad o calidad del producto. “En esto he visto muchos errores conceptuales, como la falta de entendimiento de cuándo se evalúa con costos medios y cuándo con costos marginales, la falta de conocimiento sobre evaluación de proyectos, la falta de noción sobre la incrementalidad de las decisiones, etcétera”, explica el especialista.


Pero, ¿cómo es posible enmendarlos? “Primero, dejando la soberbia en la casa. En segundo lugar, no menospreciando el conocimiento. El tercer punto es no pensar que la agricultura es una actividad ‘única’ inabordable por la alta gestión. Y en cuarto lugar, aprendiendo de lo que se está haciendo en otras industrias y, sobre todo, de lo que ya se está haciendo en la agricultura en todo el mundo”, responde.


3er CURSO INTERNACIONAL DE GESTIÓN ECONÓMICA EN NEGOCIOS AGRÍCOLAS

Organizado por Redagrícola, el 20 de marzo se dará el puntapié inicial a la tercera edición del ‘Curso internacional de Gestión Económica en Negocios Agrícolas’, organizado por Redagrícola y que tendrá a Sebastián Valdés como el profesor a cargo.


Durante ocho sesiones que se realizarán los días lunes y miércoles de forma remota, los alumnos podrán aprenderán a alinear la gestión económica con los objetivos estratégicos del negocio agrícola. Además, podrán medir y controlar la rentabilidad del negocio, reportar la rentabilidad del negocio; presupuestar, proyectar y evaluar la viabilidad económica de un proyecto agrícola.

 


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