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Chile: Qué hacer para recuperar la competitividad en el negocio de la uva de mesa

PortalFrutícola.com

30 ago 2023

Chile perdió en manos de Perú su primer lugar en las exportaciones de uva de mesa del hemisferio sur

En la temporada 2022/2023 de uva de mesa del hemisferio sur, Chile perdió su primer lugar en cuanto a exportaciones ya que llegó a las 496 mil toneladas, las que Perú sobrepasó registrando 593 mil toneladas aproximadamente, tomando la primera posición. Luego le siguió Sudáfrica que está más atrás con casi 300 mil toneladas, Australia con 239 mil toneladas, Brasil con 55 mil toneladas y Argentina con 2 mil 600 toneladas, señaló Isabel Quiroz Lepe, directora ejecutiva iQonsulting, durante el encuentro Fruittrade realizado en Chile recientemente.


A su vez el presidente de Uvanova, Rafael Rodríguez, explicó los mediocres resultados de las últimas temporadas han provocado una importante reducción en la superficie de uva de mesa chilena en 2022, las razones que explican esta baja se relacionan a mayores costos de producción, alzas en materiales, servicios y flete naviero, que aún no se han moderado y están sobre los niveles de precios pre pandemia, lo que afectó la caja de muchos productores, la cual ya se encontraba golpeada, además de las escasas fuente de financiamientos disponibles, por tanto ni la banca ni de las compañías exportadoras se comportaron como era antes.



Otra de las razones que se suman fue el temor a los atrasos y el cumplimiento de la cadena logística a consecuencia de la pandemia, solo recordar los atrasos portuarios en China en octubre de 2022, además de la situación que atraviesa la economía europea, un tanto resentida por los conflictos geopolíticos como la invasión a Ucrania por Rusia.


También existe un excesivo volumen de la ventana productiva y comercial chilena, tanto por el cruce de oferta con otros países -EE.UU. (California), Perú, México- como por la concentración de uva roja sin pepa que se tiene en marzo y abril, lo cual hizo bajar fuertemente los indicadores de la temporada pasada.


"Otro aspecto que afectó es la condición en que llega la uva chilena, debido a los problemas de logística, aunque destacan por su sabor, éstas llegan cansadas y con pobre vida de anaquel, dejando a Chile en segundo lugar como productores de uva de mesa del hemisferio, después de haber liderado el ranking de exportadores por muchos años.


El foco que se está poniendo ahora es recuperar la competitividad de la industria y sobrevivir con los proyectos en ejecución. Afortunadamente, el consumo de uva de mesa se mantiene al alza, las nuevas variedades y zonas de producción en el mundo han provocado desequilibrio de oferta y demanda estrechando los resultados de los productores a nivel global. A esto se suma la variabilidad en el clima, con eventos de calor y frío, y sus consecuencias afectan más frecuentemente", dijo Rodríguez.


Rafael Rodríguez

Aunque el consumo de uva de mesa en el mundo se mantiene al alza, la irrupción de nuevas variedades y de nuevas zonas de producción ha provocado desequilibrios de oferta y demanda, estrechaNdo resultados a productores a nivel global.


La variabilidad climática con sequías, olas de calor y eventos extremos de lluvias y sus consecuencias, afectan más frecuentemente la mayoría de las zonas productivas incluido Chile.


La temporada que terminó confirma la importancia de lo mencionado al inicio, revisando lo ocurrido en Estados Unidos - mercado que recibe la mitad de los envíos chilenos - el agotamiento prematuro de la guarda californiana permitió precios históricos para el norte de Perú, desde diciembre hasta la mitad de febrero. Luego de una pausa de 15 días de embarques peruanos debido a las condiciones climáticas a causa de marejadas y bloqueos de carreteras, lo que hizo que los volúmenes acumulados se despacharan violentamente a fines de enero y principios de febrero, con lo cual hubo un exceso de oferta que hizo que los precios bajaran y recién se recuperaran en abril.


Rodríguez dice que "la industria de la uva de mesa está interrelacionada con el resto y necesitamos conocer lo que ocurre con la competencia. La temporada termina con mejores resultados en promedio, pero en muchos casos siguen bajos los costos de producción y sin recuperar la caja".


Con lo anterior concordó Isabel Quiroz, en que "es necesario conseguir alta productividad, en un mercado con alta competencia, aumento de la oferta, en que los precios no van a cambiar de un año para el otro, por tanto el factor de competitividad es producir el mejor producto pero con alto rendimiento y sustentable. Sustentable, no como una exigencia, sino porque es una propuesta de la industria. Chile tiene toda la capacidad para ser 100% sustentable y esto sería el gran factor de competitividad, no solo para la uva de mesa sino para muchas otras industrias”.


Sin embargo, a todos estos desafíos mencionados por Rodríguez, se suma el mejorar las condiciones de arribo, lograr cuanto antes el Systems Approach, y visibilizar alternativas como el uso de la radiación, ya que la tecnología existe y se podría implementar en destino.


En relación a cosecha, recomienda que no se pueden seguir manteniendo estándares que se tienen para uva de consumo interno, sino estándares propios que permitan llegar a destinos lejanos con uvas de buen sabor, frescas y atractivas, revisando también los procesos de cosecha y embalaje adecuados a nuevas variedades, ya que algunas tienden a deshidratarse más que otras.


"Debemos elevar los niveles de rendimiento productivo para tener márgenes de rentabilidad. La temporada que termina se estimaba que íbamos a lograr 27 mil hectáreas de exportación, con 60 millones de cajas, lo cual es un poco más de 2 mil cajas por hectárea. Los peruanos tienen un poco más de 21 mil hectáreas y llegaron a 70 millones de cajas, casi las 3 mil cajas por hectárea. Hay un tremendo espacio para recuperar. Es decir, Chile tiene un potencial, lo tenemos en muchos parrones”, dice el presidente de Uvanova.


Para esta temporada hay elementos que pueden colaborar, California tiene grandes olas de calor, fue atacado por el huracán Hilary que dejó mucha agua en el valle de San Joaquín, eso podría acortar las capacidades de guarda de uva, le ayudaría a los productores del norte del Perú que están con un volumen que quizás no crezca debido a que El Niño los afectó, retrasó las podas y vienen con una fertilidad en cuanto a calidad más baja, esto podría hacer que la uva de mesa chilena tenga un flujo de exportaciones más parejo entre California, Perú, Chile y luego México si se atrasa nuevamente como este año.


Parte de la encrucijada: volúmenes y el flujo de ellos 

Isabel Quiroz Lepe, directora ejecutiva de iQonsulting, fue enfática al decirle a los productores chilenos que "no estamos solos en el mercado de la uva de mesa, lo estuvimos en algún momento, fuimos los promotores de este negocio y la gran estrella en el mercado estadounidense, porque estábamos a contra estación, pero ahora no es así y el mercado sigue creciendo”.


La temporada pasada 2022/2023 en el mundo se produjeron 27.417.000 de toneladas de uva de mesa y el principal productor es China, señala que es importante tenerlo como antecedente ya que el mercado de la uva se está traslapando continuamente entre el hemisferio norte y el sur, donde aparece India, luego viene Turquía, Uzbekistán, Brasil, Egipto, Unión Europea. En el caso de Estados Unidos, Perú y Chile están al final del ranking de los países relevantes.


En estos últimos 5 años, Chile ha crecido en un poco más de 2 millones de toneladas, manteniendo aún una posición importante como proveedor.



Las exportaciones del hemisferio sur en la última temporada 2022/2023, fueron lideradas por Perú y en segundo lugar Chile, que cedió su primera posición con 496 mil toneladas frente a las cerca de 593 mil toneladas que registró el país incaico. Luego se ubicó Sudáfrica con casi 300 mil toneladas, Australia con 239 mil toneladas, Brasil con 55 mil toneladas y Argentina con 2 mil 600 toneladas. Hay dos competidores del hemisferio norte que son importantes de considerar para Chile, estos son India que exportó más de 200 mil toneladas y México que también envió más de 200 mil toneladas.


En cuanto a los precios FOB, lo más probable es que para el caso de Chile aún no estén corregidos, pero Perú logró US$ 4.2 por kilo, luego Chile con US$ 1.6 por kilo que es el precio más bajo de la competencia real chilena, Sudáfrica con US$ 2.2  por kilo de precio FOB declarado, Australia logró un precio de US$ 2.8 por kilo. "Esto demuestra la pérdida de competitividad de Chile como proveedor del hemisferio sur", informó Quiroz.



¿Qué pasa en Chile y la baja competitividad?

En el caso de Perú hubo una gran crecida a partir de septiembre 2022, con un gran volumen en diciembre en cajas de 8.2 kilos, envió entre 5 mil y 6 mil cajas semanales, y  Chile casi desapareció a fines de diciembre para concentrarse fuertemente de febrero a marzo, "Cuando Chile sale con un poco más de 4 millones de cajas, existen otros que los doblan en todos los mercados, "no tenemos ventana, acá competimos mano a mano con todos: Sudáfrica, India, Australia, México".


En cuanto a las variedades chilenas en los últimos tres años, este 2023 se sobrepasó el 55% con participación de variedades nuevas y 45% de variedades tradicionales. En el caso de Perú, ya alcanzó el 70% con variedades nuevas en la última temporada y Sudáfrica con un 75%.


¿Son las variedades nuevas un factor de competitividad?

Ante eso, Isabel Quiroz, señala que “sí”. “Si se tiene una variedad que es amable con los consumidores y llega en mejores condiciones al mercado, y a la vez es amable con el productor porque tiene mayor productividad, es un factor para mejorar competitividad, ya que se cumplen estos dos requisitos. La competitividad debe estar de la mano del mercado y del productor”.


Agrega que "el año pasado hubo variedades tradicionales que tuvieron un buen comportamiento, como la Red Globe, lo cual muchas veces corresponde a situaciones puntuales de mercado, pero es necesario mirar a largo plazo, al futuro. Las uvas de mesa tradicional pueden aún tener un espacio en el mercado, pero los consumidores requieren de productos nuevos y la nueva genética es un factor de novedad. Creo que a estas alturas no estamos para intento y error, tenemos que empujar para que esas nuevas variedades sean probadas antes de difundirlas, cómo se hace una estrategia de evaluación en la industria para introducir en los campos una variedad probada y no hacer aprendizaje con plantaciones de más de 100 hectáreas".


En relación a esto, Rafael Rodríguez, puntualizó que "en cuanto a variedades exportadas, las nuevas superaron a las tradicionales y estamos viendo un ajuste en todas ellas, algunas no son rentables y tienen problemas productivos, y con malas evaluaciones por parte de los clientes. Esta nueva experiencia nos da más aprendizaje para saber cuáles son las que realmente pueden funcionar y así escoger mejor". "También los procedimientos de cosecha y embalaje de la fruta deben adecuarse a las nuevas variedades. Definitivamente se trata, por dar un ejemplo, de uvas más sensibles a deshidratar o pardear sus escobajos y si no acortamos el tiempo entre que el momento en que el racimo se desprende de la planta hasta que lo tenemos frío y embalado, no vamos a mejorar su arribo".


"Existe alta competencia, más oferta, los precios no variarán de un año a otro y es necesario aumentar productividad y tener un producto sustentable, sería la estrategia para hacernos más competitivos", finaliza Quiroz.




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