Las exportaciones agrícolas del Perú están en ascenso. Las ventas sumaron 4.293 millones de dólares en el primer semestre del año, lo que significó un incremento del 25,1% respecto al mismo periodo de 2021, según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri). La uva destacó en el ranking agroexportador, sumando 595 millones de dólares y representando el 15,5% de las ventas totales.

La temporada de uva de mesa en Perú comienza en octubre y termina en marzo. Las expectativas son altas en cuanto a lo que Perú puede lograr en la campaña 2022/2023. Sin embargo, los impedimentos logísticos, como los retrasos en los puertos, las elevadas tarifas de los fletes y la lentitud de los trámites aduaneros, entre otros problemas, siguen tensando la cadena de suministro. La inflación y el fortalecimiento del dólar estadounidense están añadiendo volatilidad al mercado. Las variaciones en las tarifas de los fletes están dificultando las predicciones sobre el punto.

Las variedades verdes sin semillas están experimentando una demanda especialmente fuerte en Norteamérica, mientras que las variedades propias, en general, siguen captando el interés de los consumidores. Los clientes esperan con impaciencia la llegada de uvas frescas de Perú y se espera un crecimiento sostenido de la demanda.

Los precios de la temporada 2021-2022 oscilaron entre 18,08 dólares por paquete y 31,80 dólares por paquete, lo que refleja la volatilidad existente en el mercado. La primera semana mostró un aumento de precios del 36% en comparación con la temporada 2020-2021.

Según la Asociación Peruana de Productores de Uva de Mesa (Provid), esta temporada superará los 64 millones de cajas de uva de mesa embarcadas, lo que representa un incremento anual del 12 por ciento respecto a la temporada 2021-2022 (en la que se exportaron hasta 64,8 millones de cajas equivalentes de 8,2 kilos) y lo sitúa como el segundo exportador de uva de mesa a nivel internacional, en términos de volumen. La ventana de suministro tradicional de Perú a EE.UU. se extiende de noviembre a enero. La demanda de uva de mesa de Perú se está disparando y, por tanto, la ampliación de la ventana de suministro permitirá al país competir mejor con Chile y México.